El material hay que cuidarlo: los 5 errores que todos cometemos

Esto es un común para todos los que practicamos deportes de montaña. O que nos gusta la montaña y vamos a veces. O que salimos de senderismo de vez en cuando.
Ojo ojito que a la que te pones a pensar, seguro que haces o cometes los mismos errores!!
Vamosss!!
Y por si necesitas material, pásate por nuestra SECCIÓN DE MATERIAL DE MONTAÑA Y SENDERISMO

 

 

5 errores comunes que cometemos con el material y cómo evitarlos

Hay errores con el material en el que gran número de aficionados a la montaña caen continuamente, incluso aunque sean practicantes experimentados.

“Un gramo de experiencia pesa más que un kilogramo de teoría” afirmaba Eduardo Punset hace años en su programa de divulgación científica Redes. ¿Por qué no fijarnos en los problemas que se repiten en montaña cuando cometemos casi los mismo errores una y otra vez con el material?

1. Errores con el equipo para lluvia

Casi todos los que frecuentamos la montaña nos contentamos sólo con llevar una chaqueta impermeable-transpirable los días que anuncian precipitaciones. Sin embargo, una jornada muy lluviosa –recordemos que en otoño se sitúa alguno de los meses con más chubascos del año– nos recordará que todo el agua que resbala por nuestra chaqueta cae de golpe a unos pantalones no impermeables y de ahí migra por capilaridad a los calcetines. Si va a llover más de una hora, llévate un pantalón- chubasquero ligero (en realidad fabricados con una membrana o inducción similares al de la chaqueta pero con un patronaje más minimalista y económico) e incluso un paraguas compacto si anuncian precipitaciones continuadas.

2. Errores con la linterna frontal

Desde que apareció la iluminación de diodos surgieron pequeños problemas que aún la mayoría no hemos resuelto. Al aumentar espectacularmente la autonomía de iluminación, se confiaba demasiado en que las pilas aún aguantarían una salida más, lo que redundaba en caminar por la noche demasiadas veces con una luz demasiado débil. Más recientemente la sustitución de las pilas por una batería de ión litio recargable, a menudo con una autonomía no superior a las 4-5 horas reales si superan los 200-300 lúmenes, ha provocado que muchos usuarios agoten esa única batería en actividades largas y no lleven una segunda de recambio (una batería de ión litio es mucho más cara que unas pilas alcalinas de repuesto y casi tanto como una nueva frontal de primer precio). ¿Solución? Lleva una segunda linterna de emergencia más ligera y compacta.

3. Errores con la botella de agua

Las cantimploras tradicionales fueron sustituidas en su momento por las botellas de aluminio y éstas actualmente son mucho menos usadas que las botellas de agua mineral. Este tipo de botellas de un solo uso no deben rellenarse varias veces, porque su plástico fino tiende a deformarse o agrietarse por el uso liberando partículas o creando zonas de acumulación de gérmenes; también al contacto con el agua clorada del grifo rellenada en casa, el material se ablanda. Prefiere las botellas inoxidables en acero inoxidable AISI 30 o las de aluminio vitrificado.

4. Errores con los bastones

¿Quién no ve casi todos los fines de semana a muchos senderistas con un solo bastón? El apoyo asimétrico que se realiza cuando se prescinde del segundo bastón puede sobrecargar el brazo más utilizado –estresando especialmente muñeca y hombro cuando no se está muy acostumbrado- y no aportar la estabilidad necesaria cuando se cruzan tramos de posible caída, como un arroyo o una plancha mojada de roca. Si vas a caminar más de 1 hora o tu mochila supera los 5 kilogramos llévate el par completo.

5. ¿Sin gel de manos?

Lavarse las manos nunca ha sido una práctica generalizada en las actividades de montaña que duran 1 jornada. La actual pandemia ha traído un incremento notable en la higiene de manos para nuestra vida diaria, pero apenas ha tenido incidencia en la montaña, pese a que tocamos superficies comunes – como el cierre de un maletero o productos tipo el teléfono móvil que nos pasamos e incluso una inocente cantimplora ofrecida a un/a compañero/a- repetidas veces y casi sin darnos cuenta… ¡o nos da la mano alguien inesperadamente! Se ve muy poca gente utilizando gel hidroalcohólico en la montaña y no pocos creen que resulta innecesario o demasiado aparatoso para llevarlo (bien por su volumen o porque puede abrirse en la mochila). Sin embargo las versiones extraplanas de bolsillo son seguras, abultan muy poco, pesan sólo unos 70 gramos y cuestan menos de 2 euros.

 

DESDE OXÍGENO