Los consejos para caminar por montaña: en nuestro caso los mejores 7 consejos que te ayudarán a empezar a caminar en la montaña

Nuestros siete consejos valiosos, esos que pocos dan pero que benefician a muchos, te ayudarán a comenzar a caminar en la montaña… ¡con mejor pie!

 

 

Hay tantas recomendaciones para iniciarse en la montaña como personas, pero en DEPORTES DIAGONAL creemos firmemente en estos siete consejos.

Prueba tu material antes de salir

Cuando comenzamos a salir a la montaña es habitual dejarnos tentar por comprar antes un producto vistoso –por ejemplo un bonito pantalón que estiliza nuestra silueta- que discreto pero crucial (por ejemplo unas cómodas zapatillas de trekking que quizá no sean muy estéticas pero ofrecen una suela de gran agarre). Las prisas y la ilusión por estrenar ya mismo nuestras primeras compras hacen que pisemos la montaña sin comprobar antes en nuestra vida diaria qué tal funcionarán: si el calzado no nos molesta, la mochil es confortable o la chaqueta suficientemente impermeable. Prueba todo y varias veces unos días antes de salir.

Ante todo ¡excursiones cortas! 

No hace falta pisar inmediatamente las cimas más altas cercanas a nuestro domicilio o apuntarnos a quedadas de internet para recorrer los senderos más prestigiosos. Si no tienes costumbre caminar por la naturaleza más de 3 o 4 horas horas seguidas te resultará demasiado cansado y te desanimarás con facilidad. Elegir recorridos bien señalizados, por caminos evidentes, con poco desnivel y que no excedan 1 o 2 horas, regresando por el mismo itinerario resultará lo más sensato en tus inicios. 

Descubre qué te motiva realmente 

Cada persona tiene sus preferencias y debe descubrir tras varias salidas qué le anima a salir: puede ser desde contemplar un bonito paisaje desde una cima aislada, a disfrutar del frescor y la tranquilidad de un bosque cuando el calor aprieta en otros sitios, compartir buenos momentos con nuevas y viejas amistades ¡ o simplemente comer y echarse una siesta junto a un lago! De cualquier forma recuerda que a menudo es más importante con quién vas que el destino. 

No con cualquiera ni solo/a 

En nuestros inicios solemos tener tanta ilusión que parece que podemos salir a la naturaleza casi con cualquiera, pero no es lo ideal. Elige acompañantes sensatos, educados, que se preocupen por ti y por la seguridad en la actividad, que tengan claro a qué van (en algunos grupos de redes sociales hay más gente dispuesta a ligar con la excusa de la montaña que verdaderos amantes del campo), respetuosos y sin prisas absurdas. Ir tú solo/a a veces es muy práctico pero bastante más arriesgado si aparece algún imprevisto, como pérdida del itinerario o caída en un sitio solitario. 

Tu amigo el mapa de papel 

El uso de aplicaciones de móvil como Wikiloc o la cartografía digital ha desplazado casi totalmente la utilización de mapas en papel. Sin embargo contienen información a menudo más detallada, mucho más fácil de consultar y que no depende de baterías. Uno de escala 1:25.000 será el más práctico ¡inicia tu colección de mapas de tus sitios favoritos y verás qué placentero es estudiarlos en casa!   

¡Lleva siempre agua de sobra! 

Pasar una sed terrible figura a menudo entre los recuerdos más desagradables de caminar por la montaña. Con temperaturas elevadas, cercanas o superiores a los 30 grados, no lleves nunca menos de litro y medio. Revisa antes de salir que todo el mundo lleva agua suficiente o acabarás bebiendo demasiado poco por cedérsela a gente descuidada. 

Y por último ¡cuidado con los consejos de los “expertos”! 

En la montaña la palabra u opinión de los demás  tiene una validez o una autoridad que en otros ámbitos de la vida desaparece, lo que anima a mucho indocumentado o principiante a asesorar casi continuamente a los demás. Las personas que realmente tienen experiencia te darán los mejores consejos sobre cómo comportarte, qué caminos elegir y qué material es el mejor, sin necesidad de buscar reconocimiento o intentar fortalecer su autoestima. Enseguida descubrirás de quiénes son expertos de verdad ¡y no suman mayoría!